Llover

Llover, y ver el cielo caer,
como la lluvia del Sur,
sobre los senos del mar.
Llover, y ver las casas humear
como si fueran navíos,
anclados al verde amanecer,
contando el tiempo para zarpar.
Llegar de madrugada bebidos
a aquel mercado fluvial,
que se sumerge en el río.
Comer sin escafandra, ni red,
picantes frutos marinos,
de rojo, negro, azul, metal,
venidos del reino de la sal.
Y el mar, que sigue allí suspendido
sobre torreones vencidos
de ver el agua pasar.
Hace sentir que el viento norte golpea
las nubes contra las rocas
y se abre el piso del cielo
cayendo oleajes de temporal.
*Acompañese con bandoneón y tiple colombiano